Juego de estrategias, ordenadores echando humo en el muro y en las respectivas fábricas de Maranello, Milton Keynes y Woking, los estrategas de Ferrari, Red Bull y McLaren echando cuentas mientras la cabeza les estalla buscando la táctica perfecta... Así puede ser la carrera en Hungaroring por los superblandos que ha traído Pirelli. Este circuito es, junto a Mónaco, el que más desgasta las gomas, su asfalto rugoso, trazado revirado y el previsible calor que puede hacer mañana hacen que los compuestos italianos se degraden con una facilidad pasmosa.
El problema lo tuvo Alonso en los libres, pero también Hamilton y los pilotos de Red Bull, Vettel y Webber. Algo menos Button que, normalmente, cuida los neumáticos más que el resto.
Así las cosas, las estrategias pueden ser muy diferentes e incluso algún equipo puede atreverse a hacer la Q3 con el compuesto más duro, calificar por detrás y después remontar cuando los demás tengan que hacer su parada demasiado pronto. La diferencia de rendimiento entre unas gomas y otras es de apenas ocho décimas, menos que en otros trazados. Y quizá esa sea la estrategia correcta. Además puede haber hasta cuatro paradas. Lo explicaba Alonso: "En Mónaco había 50 kilómetros menos de carrera y la estrategia ganadora era la de Button con tres paradas, aquí puede haber cuatro". Eso sí, el español, segundo ayer tras Hamilton, tiene confianza: "Estará muy igualado entre los tres equipos, veremos qué pasa. Confió en luchar por la victoria". Hoy, lucha por la pole.
