Un año más, el mundo del cine, la música y la televisión se vistió de gala para pasear por la alfombra azul que, temporada tras temporada, se despliega sobre el Anfiteatro Gibson de Universal City. Por ahí pasearon las celebrities favoritas de los adolescentes que dejaron bien claro que no les importa desafiar a la mala suerte con el color amarillo.
Aunque el blanco tampoco se quedó atrás. Así mismo lo demostró Taylor Swift quien, con un look muy a lo Marilyn Monroe, fue una de las más elegantes de la noche, por no decir la que más.
Luciendo un vestido de Raphael Cennamo tipo ladylike, con escote halter y abierto en V por delante, ceñido en la cintura con una cinta adornada con paillettes plateados de Ranjana Khan a juego con unos peeptoes de lacito de Fendi y joyas de Neil Lane, la cantante de country fue la más destacada de los Teen Choice Awards.
Otra que también eligió el color de la novias fue Rachel Bilson, quien optó por un traje plisado firmado por Chloé con caída al bies y ceñido justo debajo del pecho que a su vez estaba adornado con pequeños detalles de volantes. En los pies, la actriz se puso unos botines de Brian Atwood decorados con pinchitos plateados.
Las celebrities que quisieron desafiar a la mala suerte fueron Selena Gomez, Blake Lively y Demi Lovato. La primera, maravillosa como siempre, eligió el tono dorado para un minivestido de Erin Fetherston, con escote corazón y una tira blanca que se entremetía por el pecho y salía a la altura de la cintura cayendo por un lateral hasta los pies, calzados con unas sandalias de tiras negras y detalle naranja recorriendo el empeine. El toque de color vino de la mano de un mini clutch en rosa fucsia.
Por su parte, Blake Lively volvió a deslumbrar a todos los presentes con un clásico traje de Gucci, en cuero amarillo mostaza, con cuello redondo que casi llegaba hasta los hombros, manga corta y corte recto por encima de la rodilla. La protagonista de Gossip Girl completó su outfit con unos Louboutin de print animal con tacón de aguja y acabados en punta.
POCO RIESGO Y MUCHA SOSERÍA
Demi Lovato fue la tercera en elegir el amarillo limón para su modelito. Totalmente recuperada y luciendo la mejor de sus sonrisas, la actriz se enfundó en un vestido de BCBG, muy sencillo por delante y con cola por la parte de atrás, que combinó a la perfección con unos altísimos Louboutin en verde lima.
Avril Lavigne y Cameron Díaz fueron la sencillez personificada. Sin ánimo de atreverse con un look diferente, ambas apostaron por los minivestidos ajustados de cortes rectos, la cantante en negro y con transparencias en el escote y la actriz en beige y palabra de honor. Lo que más llamó la atención de estos dos atuendos fueron, sin duda, los zapatos.
Avril eligió unos peeptoes con estampado geométrico en blanco y negro y Cameron se decantó por sandalias de tiras originales en tricolor: negro, blanco y beige.
Otra que ni fu ni fa fue Kim Kardashian, quien absorta en los preparativos de su boda, no se comió mucho la cabeza para elegir el modelito de los Teen Choice Awards. Con un Givenchy con el cuerpo blanco de escote tipo halter y una tira de encaje que unía la falda negra de plumas, la futura novia consiguió estar simplemente aceptable.
Y EL PREMIO AL PEOR ESTILISMO ES PARA...
Como siempre en este tipo de eventos, no pueden faltar las desgracias estilísticas. La número tres en el podium fue Ashley Greene quien, decantándose también por el blanco y negro, no acertó demasiado con el vestido de Givenchy que redondeaba demasiado su figura sacando curvas de donde no las hay. Para colmo una sandalias de tiras entrecruzadas nada favorecedoras que terminaban de tirar por tierra su impactante figura convirtiéndola en paticorta y botijillo.
La segunda peor vestida fue Fergie, quien con ánimo de destacar sobre el resto, se enfundó en un ajustadísimo traje de Dolce & Gabbana que combinaba el amarillo y el negro en un estampado de estrellitas que, finalmente, estrelló el estilismo de la cantante de Black Eyed Peas contra el muro de los Teen Choice Awards.
Finalmente, siempre tiene que haber un premio para los mayores desastres estilísticos y, en esta ocasión, el galardón del atentado contra la moda fue a parar a manos de Tyra Banks. En un intento de provocación y sensualidad, la supermodelo y presentadora de televisión se embutió en un ajustadísimo mono de cuero negro con escote corazón adornado con una tira amarilla y cremallera delantera. Lo sentimos Tyra, pero eres la peor vestida.
EUROPA PRESS.
