Están Dios y Jesús asomados al balcón del cielo.
Dios: Hijo mío, hay que ver como está el mundo de mal.
Jesús: Es cierto padre, no hay por donde meterle mano.
Dios: Pues no tengo más remedio que volverte a mandar, a ver si tiene arreglo.
Jesús: Pero padre, ¿cómo voy a bajar? En pleno siglo XXI, con lo evolucionado que está todo, Internet, la globalización, etc, etc...
Dios: No te preocupes, te mandaré como médico de la Seguridad Social.
Total que estando Jesús en la consulta hace pasar a un enfermo.
Por la puerta entra un señor en silla de ruedas.
Jesús: ¿Qué es lo que le pasa, señor?
Paciente: Nada, que tuve un accidente de moto y tengo las piernas rotas.
Jesús: Bueno buen hombre, levántese y marche para casa.
El enfermo se levanta y sale andando por su propio pie.
Cuando sale por la sala le preguntan los demás enfermos: ¿Qué, cómo es el nuevo médico?
A lo que contesta: ¡¡¡NÁ, COMO TODOS, NI MA MIRAO!!!
Dios: Hijo mío, hay que ver como está el mundo de mal.
Jesús: Es cierto padre, no hay por donde meterle mano.
Dios: Pues no tengo más remedio que volverte a mandar, a ver si tiene arreglo.
Jesús: Pero padre, ¿cómo voy a bajar? En pleno siglo XXI, con lo evolucionado que está todo, Internet, la globalización, etc, etc...
Dios: No te preocupes, te mandaré como médico de la Seguridad Social.
Total que estando Jesús en la consulta hace pasar a un enfermo.
Por la puerta entra un señor en silla de ruedas.
Jesús: ¿Qué es lo que le pasa, señor?
Paciente: Nada, que tuve un accidente de moto y tengo las piernas rotas.
Jesús: Bueno buen hombre, levántese y marche para casa.
El enfermo se levanta y sale andando por su propio pie.
Cuando sale por la sala le preguntan los demás enfermos: ¿Qué, cómo es el nuevo médico?
A lo que contesta: ¡¡¡NÁ, COMO TODOS, NI MA MIRAO!!!