Rafa siempre ha ganado a Djokovic sobre hierba · El español busca su undécimo Grand Slam · El serbio, nuevo número uno del mundo, debuta en una final de Wimbledon
Nadal celebra un punto.
http://estaticos.marca.com/imagenes/2011/07/02/tenis/wimbledon/1309606683_extras_mosaico_noticia_2_g_0.jpg
Djokovic, tras ganar a Tsonga.
Pocas veces se podrá volver a ver una batalla semejante. Los dos mejores jugadores del momento se miden en un duelo épico que coronará al rey del tenis. Nadal, ganador dos veces en Londres, y Djokovic, nuevo número uno del mundo, van a brindar al planeta una lucha que tardará mucho en olvidarse.
Después de caer en su primera visita a All England Tennis Club, Rafa declaró que no pararía hasta conseguir ganar Wimbledon. Y cuando el de Manacor hace una promesa la cumple. Ocho años después el resultado es demoledor: cinco finales con dos títulos (y otro que podría caer) con un resultado total de 36 partidos ganados por sólo 4 perdidos. El español se empeñó en triunfar en su "torneo favorito" ya ha terminado por convertirse en uno de los mejores de la historia sobre hierba.
El camino de Nadal hasta la final no ha sido nada fácil. Ha tenido que acabar con dos 'Top Ten' (Fish y Murray) y con otro que no lo es pero que no tardará en volver a serlo como Juan Martín del Potro. Con la derecha más suelta y segura de todo el torneo, el español se ha mostrado como una máquina de pegar desde el fondo. Pese a las fuertes molestias que ha padecido, pocas veces se la ha visto con tan buena movilidad de piernas. Pega a la bola mejor posicionado lo que le permite dominar el punto desde el principio.
Con Djokovic será el más difícil todavía, pero sobre hierba Rafa tiene algo de ventaja. Es cierto que los últimos cuatro enfrentamientos han sido para Nole, pero no es menos cierto que Nadal siempre le ha ganado sobre hierba (Wimbledon 2007 y Queens 2008). El serbio ha crecido mucho este año, pero todavía está por ver si es capaz de batir a un Nadal que no cae en Londres desde que le hiciese con Federer en la final de 2007.
Ningún 'Top Ten' en el camino de Djokovic
El camino del nuevo líder de la ATP ha sido más plácido. No ha tenido que verse las caras ante ningún 'Top Ten' y sus mayores incordios fueron Baghdatis, Tomic y Tsonga. El cuadro fue condescendiente con un Djokovic que ha visto como su juego no era tan fluido y fácil como lo estaba siendo esta temporada. Sin embargo, la enorme calidad del jugador serbio y su capacidad conseguida esta temporada de ganar los partidos sin jugar su mejor tenis, le han permitido meterse en su primera final de Wimbledon jugando casi sin forzar.
Nole está a las puertas del que sería su tercer Grand Slam (tras Australia 2008 y 2011) y ya sólo queda Roland Garros para tocar todas las finales de los cuatro grandes. El serbio se ha metido como un elefante en una cacharrería en la histórica batalla Nadal-Federer y amenaza con quedarse mucho tiempo en el poder.
Una victoria de Rafa en la gran final de Wimbledon daría al español su undécimo Grand Slam y le pondría a la altura del mítico Rod Laver. Nadal sigue fraguando un curriculum inigualable y Wimbledon es el mejor lugar del mundo para seguir haciendo historia.
http://www.marca.com/2011/07/02/tenis/wimbledon/1309606683.html
Nadal celebra un punto.
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Djokovic, tras ganar a Tsonga.
Pocas veces se podrá volver a ver una batalla semejante. Los dos mejores jugadores del momento se miden en un duelo épico que coronará al rey del tenis. Nadal, ganador dos veces en Londres, y Djokovic, nuevo número uno del mundo, van a brindar al planeta una lucha que tardará mucho en olvidarse.
Después de caer en su primera visita a All England Tennis Club, Rafa declaró que no pararía hasta conseguir ganar Wimbledon. Y cuando el de Manacor hace una promesa la cumple. Ocho años después el resultado es demoledor: cinco finales con dos títulos (y otro que podría caer) con un resultado total de 36 partidos ganados por sólo 4 perdidos. El español se empeñó en triunfar en su "torneo favorito" ya ha terminado por convertirse en uno de los mejores de la historia sobre hierba.
El camino de Nadal hasta la final no ha sido nada fácil. Ha tenido que acabar con dos 'Top Ten' (Fish y Murray) y con otro que no lo es pero que no tardará en volver a serlo como Juan Martín del Potro. Con la derecha más suelta y segura de todo el torneo, el español se ha mostrado como una máquina de pegar desde el fondo. Pese a las fuertes molestias que ha padecido, pocas veces se la ha visto con tan buena movilidad de piernas. Pega a la bola mejor posicionado lo que le permite dominar el punto desde el principio.
Con Djokovic será el más difícil todavía, pero sobre hierba Rafa tiene algo de ventaja. Es cierto que los últimos cuatro enfrentamientos han sido para Nole, pero no es menos cierto que Nadal siempre le ha ganado sobre hierba (Wimbledon 2007 y Queens 2008). El serbio ha crecido mucho este año, pero todavía está por ver si es capaz de batir a un Nadal que no cae en Londres desde que le hiciese con Federer en la final de 2007.
Ningún 'Top Ten' en el camino de Djokovic
El camino del nuevo líder de la ATP ha sido más plácido. No ha tenido que verse las caras ante ningún 'Top Ten' y sus mayores incordios fueron Baghdatis, Tomic y Tsonga. El cuadro fue condescendiente con un Djokovic que ha visto como su juego no era tan fluido y fácil como lo estaba siendo esta temporada. Sin embargo, la enorme calidad del jugador serbio y su capacidad conseguida esta temporada de ganar los partidos sin jugar su mejor tenis, le han permitido meterse en su primera final de Wimbledon jugando casi sin forzar.
Nole está a las puertas del que sería su tercer Grand Slam (tras Australia 2008 y 2011) y ya sólo queda Roland Garros para tocar todas las finales de los cuatro grandes. El serbio se ha metido como un elefante en una cacharrería en la histórica batalla Nadal-Federer y amenaza con quedarse mucho tiempo en el poder.
Una victoria de Rafa en la gran final de Wimbledon daría al español su undécimo Grand Slam y le pondría a la altura del mítico Rod Laver. Nadal sigue fraguando un curriculum inigualable y Wimbledon es el mejor lugar del mundo para seguir haciendo historia.
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