LeBron James celebra la victoria de Miami ante el jugador de los Bulls Derrick Rose
El United Center de Chicago soñaba ya con el sexto partido cuando dos fenómenos con la camiseta de Miami destrozaron las ilusiones de una ciudad entera. La alegría en la orilla del lago Michigan dio paso a la incredulidad: difícil de asimilar lo ocurrido en tres minutos nefastos. Son 13 años de una larga travesía del desierto desde la gloriosa década de los 90. Derrick Rose todavía no es Michael Jordan.
El pabellón entero se había puesto en pie para celebrar una ventaja de 12 puntos (65-77) que parecía definitiva. Faltaban tres minutos para el final, pero LeBron James y Dwyane Wade los exprimieron hasta la cáscara. Con ocho puntos cada uno (tres triples incluidos) y dos más de Chris Bosh, el equipo de Florida remontó un partido que parecía perdido (83-80) y finiquitó las finales de la Conferencia Este (4-1) con una lección de autoridad ante el mejor conjunto de la fase regular.
Los Heat volverán a luchar por el anillo de la NBA cinco años después. Y lo harán ante el mismo rival que en 2006, los Dallas Mavericks del alemán Dirk Nowitzki, que vencieron a Oklahoma City Thunder (4-1) en las finales de la Conferencia Oeste. En aquella ocasión ganaron los Heat de Wade y Shaquille O'Neal.
Miami volvió a ser el equipo errático de gran parte de la temporada: desacoplado, irregular, capaz de lo mejor y de lo peor. Prueba de sus altibajos, un parcial de 8-0 al comienzo del primer cuarto dio paso a un inexplicable 6-19 al final del mismo. Los peores momentos de Miami siempre coinciden con malas rachas de sus dos estrellas. LeBron y Wade pasaron de anotar casi todos los puntos del equipo en el primer cuarto a quedarse prácticamente a cero en el segundo. Suerte que Bosh y Miller dieron un paso al frente cuando peor pintaba la noche.
Los Bulls llegaron a amasar una ventaja de 13 puntos (44-57) en el tercer cuarto gracias al excelente trabajo de Rose, Brewer y Deng. No fue la noche de los poderosos pívots de los Bulls, Boozer y Noah, bien defendidos por Anthony, Haslem y el propio LeBron. Ante la inoperancia del juego interior, el entrenador de Chicago dio protagonismo a Thomas, un 'center' rocoso que desarmó la defensa visitante. Pero un generoso esfuerzo de todo el equipo y la inspiración final de los 'Beach Boys' fue lo que permitió a Miami obrar la remontada.
En tres minutos apoteósicos, los Heat endosaron un parcial de 18-3 a unos sorprendidos Bulls. Wade inauguró la cuenta con cuatro puntos seguidos y un posterior triple. LeBron añadió dos triples y una canasta con la que consiguió poner a su equipo con ventaja (81-79) por primera vez en muchos minutos. Entonces a Rose se le encogió el brazo en la línea de tiros libres y Bosh remató en esa misma instancia. LeBron acabó como el máximo anotador del encuentro con 28 puntos, tres más que Rose, elegido mejor jugador (MVP) de la temporada regular.
Será la segunda final de la NBA para el 'King', después de la que perdió con Cleveland en 2007 frente a los San Antonio Spurs. A diferencia de entonces, esta vez tiene la posibilidad real de conseguir su primer anillo, el tan ansiado trofeo para el que llegó a Miami el pasado verano. El ambicioso proyecto de Pat Riley está a un paso de justificar la difícil operación realizada para juntar a tres jugadores de la talla de Wade, James y Bosh.
