Dirk Nowitzki encara a partir de esta madrugada (03:00, C+, C+HD y C+Deportes) la que puede ser una de sus últimas ocasiones de coronar su brillante carrera en la NBA con un anillo de campeón. A sus 32 años (cumplirá 33 el 19 de junio), lo hará al frente de unos veteranos Dallas Mavericks (casi 31 de media) en la finalísima ante los Heat de Miami, donde arranca la serie al mejor de siete partidos. En su contra tendrá el poderío físico de los tres magníficos (Big Three) del equipo de Florida: LeBron James, Dwyane Wade y el más discutido de ellos, Chris Bosh. Kidd, Marion y Terry encabezan la vieja guardia de Nowitzki. Todos acariciaron el título al menos una vez, pero se quedaron a las puertas.
Será la revancha de la final de 2006, en la que los tejanos perdieron 4-2 tras haberse adelantado 2-0 y haber estado a punto de alcanzar un 3-0 que hubiera sido definitivo. De aquellos partidos sólo repiten Nowitzki y Terry, en Dallas, y Wade y Haslem, en Miami. Pat Riley, ahora presidente de los Heat, era el primer entrenador de los Beach Boys por aquel entonces.
Igualdad.
Miami llega a la final con un marca de 12-3 en los playoffs, habiendo eliminado a Philadelphia, Boston y Chicago, registro idéntico al de Dallas, que dejó fuera a Portland, Lakers y Oklahoma. No faltan las típicas promesas: Terry hará que le borren su tatuaje del trofeo Larry O'Brien, el de campeón, si los Mavericks no consiguen conquistarlo.
